martes, 6 de enero de 2015

Me gustas

Me gustas porque me escuchas
Me gustas porque entre nosotros no hay temas tabú
Me gustas porque eres amable
Me gustas porque luchas y no te das por vencido
Me gustas porque me haces mejor persona
Me gustas porque eres capaz de ver a través de mi
Me gustas porque a veces me dejas ver cosas de ti que nadie más conoce
Me gustas porque eres diferente
Me gustas porque me tranquilizas
Me gustas porque me enseñas
Me gustas porque me motivas
Me gustas porque me sorprendes
Me gustas porque eres un caballero
Me gustas porque sabes pedir perdón
Me gustas porque sabes perdonar
Me gustas cuando me pones música
Me gustas cuando me das la mano
Me gustas cuando me abrazas
Me gustas cuando me miras
Me gustas cuando me sonríes
Me gustas cuando jugamos
Me gustas cuando te insinúas
Me gustas cuando me acaricias
Me gustas cuando me besas
Me gustas porque me haces sonreír en cualquier momento
Me gustas porque sacas partes de mi que no se como sacarlas sola
Me gustas porque me completas
Me gustas porque siempre sacas un ratito para darme las buenas noches
Me gustas porque necesitas tus espacios
Me gustas porque me haces ver que yo también necesito los míos
Me gustas porque eres independiente
Me gustas porque sacas mi parte independiente
Me gustas porque me haces descubrir cosas nuevas
Me gustas porque haces que me sienta sexy
Me gustas porque me haces remolona
Me gustas porque, a pesar de todo, mi vida es más fácil desde que tu estás en ella
Me gustas porque me haces echarte de menos
Me gustas porque no eres perfecto
Me gustas porque eres lo que jamás esperé 

martes, 2 de diciembre de 2014

Pasado, futuro, ¿destino?

Repaso el pasado una y otra vez intentando encontrar el momento en el que se torció todo. Antes veía muchos momentos y pero según avanza el tiempo se difuminan y aparecen millones de errores cometidos en el día a día. Mis errores, mi fracaso, mi desgracia.

No debería seguir mirando atrás pero no soy capaz de mirar adelante, es tan duro estar sola... necesito ese abrazo que te espera en casa aunque nosotros no nos lo diéramos. Necesito esa sonrisa que te despierta cada mañana aunque nos levantábamos por separado. Necesito esas largas noches de pasión mientras me dices que me quieres, aunque entre nosotros solo había silencio. Necesito esas miradas cómplices acompañadas de medias sonrisas, aunque nosotros ya ni nos mirábamos.

Mi vida es demasiado grande para mi sola, donde estás pero necesito que aparezcas para compartirla contigo.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Valentía

Dices que harás cosas, analizas, vuelves a analizar y de nuevo lo repasas todo, entrando en un bucle del que solo saldrás cuando te canses de analizar sin haber hecho absolutamente nada. Cuando necesites recuperar tu ansiada tranquilidad. Y volverás al punto de partida. Y por el camino te contarás mentiras para convencerte de que realmente no hay nada que puedas hacer o que las consecuencias de lo que hagas no son tan buenas como parecen... cualquier cosa que te permita seguir viviendo en tu mundo oscuro y sin sueños. Cualquier cosa que evite que veas como fracasas estrepitosamente. Y todo por ser un cobarde.

Siempre he confiado en tí. Siempre he visto en tí cosas que ni siquiera tú puedes ver. Tienes fuerza y capacidad para conseguir triunfar en todo lo que te propongas. Solo te falta sacar el valor para intentarlo. Mi única duda es si serás capaz de encontrar ese valor.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

¡Tú puedes!

Aunque queda un largo camino estaré contigo. Incondicionalmente siempre. Cuando hagamos las cosas bien, cuando las hagamos mal, cuando ni siquiera seamos capaces de valorarlas. Tanto si me haces daño como si me haces feliz. Tan cerca como tú me dejes. Confía en ti, yo lo hago.

jueves, 14 de agosto de 2014

Distancia

Ayer estuve con unas amigas a las que hacía mucho que no veía. Amigas de la adolescencia, compañeras de esa etapa en la que comienzas a definir quien eres. Ahora, un montón de años después, aunque intentábamos ponernos al día sobre nuestras vidas, la conversación siempre derivaba en recuperar los recuerdos de esos momentos en que estábamos completamente unidas. En que una no podía estar sin las otras, donde todo lo que nos pasaba lo compartíamos. Y parecía que no había pasado el tiempo. Esos domingos compartiendo chucherías y escribiendo canciones.

Es increíble como a pesar de la distancia y del tiempo en unos pocos minutos puedes recuperar la confianza con una persona y tener la certeza de que durante años te has acostumbrado a echarla de menos pero siempre ha estado presente. ¡Y de nuevo aparece!. Y no quiero dejar pasar la oportunidad de recuperar algo que nunca deberíamos haber descuidado. Menos mal que ahora tenemos whatsapp y todo es más fácil ;)

Tantas personas pasaron por nuestras vidas en esos años y saber cosas de algunas de ellas me gustó muchísimo. A algunas espero verlas de nuevo, a otras supongo que no lo haré nunca. Pero desde luego, una cosa tengo clara. Si no hubiera sido tan orgullosa y tan niña, hubiera disfrutado mucho más de esa tarántula de la que aún me acuerdo :P

jueves, 19 de junio de 2014

Barcos

A veces hay que dejar de mirarse el ombligo para ver los ojos de quien tienes en frente. Así te darías cuenta del amor que el mundo te tiene reservado y dejarías de tener miedo. Porque no estamos hechos para vivir solos a pesar de que esta sociedad individualista se empeñe en hacernos creer lo contrario. La mayor satisfacción se obtiene de compartir la vida con los demás hasta el más mínimo detalle. Y permitir que los demás te hagan daño no te hace vulnerable, ni dependiente, ni es algo contra lo que haya que luchar.

Tocada y hundida, habéis ganado todos. Los tres. Así que, a partir de ahora, como gustéis. Porque hacéis del mundo un lugar cruel contra el que no puedo seguir luchando. Porque a pesar de todo os quiero.


jueves, 29 de mayo de 2014

Explicación

No se si alguna vez podremos hablar de lo que ocurrió, si alguna vez querrás hacerlo. Yo conozco mi parte y de la vuestra tengo una teoría. No suelo ponerme borde, solo lo hago cuando me asusto porque me siento muy atacada y creo que no es un ataque justo. Si es justo simplemente pido perdón. Evidentemente este es el primer caso.

Atacada, traicionada, asustada... por tí, que ni siquiera participaste en la discusión. Cuanto daño puede hacer la ausencia de palabras. ¿Cuál es la clave? La conversación del móvil que ni siquiera recordarás o habrás pensado que tenga tanta importancia. El día anterior te dije que si era tan importante yo cedía sin duda, pero que sino intentáramos encontrar otro sitio antes de tomar la decisión final. Que si no lo encontrábamos, pues nada, aceptábamos barco.

Pero después, todo cambia en un momento. Ya ni siquiera hay que intentarlo, simplemente es contigo o sin tí, pero aquí esta el plan. Y esto me lo dice uno de mis amigos, como respuesta a un comentario borde. Cada uno reacciona como puede ante estas cosas, no pasa nada, duele, pero se puede pasar por alto. Pero tú, que habías hablado conmigo, que me habías tranquilizado, no eres capaz de decirle, ¡eh, no es así! Vamos a ir todos donde sea, y si no encontramos opción válida a Sicilia. Pero vamos a intentar primero encontrar otro lugar. Y no solo te mantienes al margen en la discusión, algo lógico cuando los ánimos están alterados, sino que tampoco vienes a decírmelo a mi. A decirme que esté tranquila y lo deje pasar, que nada ha cambiado y que es mucho más importante ir juntos que el sitio. Porque de verdad creo que eso es lo que pensabas.

Entiendo que llegar a todas estas conclusiones sin haber hablado conmigo es muy complicado. Tu visión de las cosas seguramente sea muy distinta. Supongo que verás un momento de tensión y un estallido por dos partes que te toca a ti sólo por no haber "elegido mi bando". Algo que es mejor pasar por alto y no volver a abrir. Algo que simplemente ha llegado a estos niveles por el paso del tiempo. Algo en lo que me estoy comportando de una forma muy egoísta.

Y lo entiendo, pero ahora mismo ya tenemos todo perdido menos la esperanza, aunque ya me va quedando poca. Es el momento de las soluciones creativas, de dar los últimos pasos para intentar solucionarlo. Por vosotros, por mi, pero sobre todo por todos los demás a los que les afecta esta situación. A los que les estoy privando de la posibilidad de que tú y yo nos veamos y tienen que comprobar si vas a bajar a almorzar antes de avisarme a mi. Y sobre todo a él, quien siempre tiene que elegir a quien dice que no.

Os tiendo mi mano otra vez. Y esta vez sin condiciones.